La presión que sentía en el pecho
en ese puto instante
podría haberme matado
por suerte
no lo hizo,
pero eso
no quita
que algo muriera en mi
y
que
ahora
se esté pudriendo.
Descomponiendo mi alma
dejando hedor
a
desesperación,
y
apestando
como lo hacia
nuestro nexo
y como
yo,
lo hago ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario