domingo, 22 de octubre de 2017

autoestima

No sé si solo te has ido
o es que nunca has existido.
Aun así me gustaría sujetarte
y que te quedaras
solamente un ratito,
te invito a un café
y mientras,
me cuentas como se sienten los demás cuando están contigo
y me te pregunto que he hecho yo diferente
que no te tengo.

Te quiero preguntar,
y que me contestes
o me des una pista
no me seas tan borde.

No sé muy bien
como he acabado aquí
pero puedo distinguir el punto de no retorno
en el que estoy.

Nuestros mundos son muy diferentes
paralelos diría yo,
pero te necesito
eres la -meta-dona de cualquier deprimido,
la heroína literal de cualquier drogadicto a la tristeza.

Venga va, quédate un ratito más.
¿Aún no sabes quien soy?






Y dejó de latir
Creo que me di cuenta en ese momento
Pero me da que llevaba mucho muerto
Aunque, que más da
Cada uno vive lo que puede permitirse
Y mi sangre ya no iba a seguir bombeandose
Me convertí en aquella urraca
Que reclamaba al ver carne fresca
Pero no por tristeza
No
De alegría.
Cruel y astuta
Mi presa, no como había pasado hasta ahora
Ya no iba a salir intacta
La abriría en canal
Desde la xifoides hasta el pubis
No era necesario
Pero sólo quisiera jugar un rato
Que calentito se está aquí dentro.
No era cruel
Sólo me divierto
¿Egoísta? 
Y qué