que cada día que tacho
con una equis
un recuadro
en mi calendario
es un día mas
sin sentir tu olor.
Y que sepas,
que se me esta gastando el carmín
y aún
no lo he estrenado
contigo.
Aunque aún tengo la esperanza
de que en el fondo de tu cartera
veas algún día
mi dirección,
cojas un taxi
y vengas.
Pero que yo,
ya no esté.
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